Karmento: “Quiero y Duelo habla de la experiencia de perseguir tu vocación, tu camino”

La semana que viene se celebrarán las galas del Benidorm Fest 2023, la preselección que celebra RTVE para seleccionar a la canción y al artista que representará a nuestro país en el Festival de la Canción de Eurovisión. Karmento es una de las participantes, y hemos tenido la suerte de poder charlar con ella sobre ”Quiero y Duelo”, sobre su música y sobre ella.

Karmento actuará en la segunda semifinal, el 2 de febrero, y si pasa a la final también saldrá al escenario el 4 de febrero. Podrán verse a través de La 1, RNE y RTVE Play a las 22:30 horario peninsular español.

”Quiero y Duelo” es una canción que tiene muchísima verdad, que sale de lo más hondo. ¿Cuánto tienen de Karmento tus canciones?

Yo soy básicamente una cantautora, son mis historias las que inspiran mi arte y mi música. Hay mucho de Carmen en mis historias. “Quiero y Duelo” se relaciona con mi trayectoria musical, con ese encuentro de Karmento, con integrarla en mi vida y ver hacia dónde me llevaba todo esto de la música. Pero claro que toda mi música parte de dentro.

El sonido de ”Este devenir” y de ”Quiero y Duelo” es muy artesano, sale mucho de tus raíces. Eres de un pueblo pequeño y entiendo que mucho de ello sale de tu experiencia como descendiente de él.

Sí, y es algo además de lo que no te das cuenta hasta que empiezas a crear. Ten en cuenta que tú empiezas a componer, y a lo largo de todo el recorrido aparecen inspiraciones y creaciones que no sabes de dónde vienen. Con ”Este devenir” sí que me atravesó la experiencia de volver a casa tras estar un tiempo fuera, experimentando otras influencias, pero siempre he estado muy arraigada a mi pueblo, a mi tierra y a mis costumbres.

Cuando empecé a componer ”Este devenir” nos dimos cuenta empezamos a darnos cuenta de todo lo que había de la música que había mamado desde pequeña. A mi madre la he escuchado toda la vida cantar copla y canción española. Claro que hay raíz en mi música.

¿Cómo es el proceso de crear ”Quiero y Duelo” y de presentarla al festival?

“Quiero y Duelo” la compuse en una escapada a mi pueblo. Acababa de sacar “Este devenir” y estaba preparando el show en directo, todavía ni había ensayado con los músicos. Me fui a Bogarra a pasar unos días de verano, y yo siempre que voy allí hago mis cosas; voy a mi río, doy mi paseo, voy al bar a tomar algo… Lo que es estar en mi pueblo. Me llevé la guitarra, porque siempre aprovecho para componer cuando estoy sola, y si te digo la verdad fue una canción que salió de forma muy natural. Estaba como casi compuesta, y aparecieron muy rápido el arpegio y las estrofas.

También está esta idea del “quiero y duelo”, que la hemos investigado y no sabemos si viene de mi casa, o de mi pueblo o viene de mí. En este caso, el “quiero y duelo” habla de la experiencia de perseguir tu vocación, tu camino, y que a veces lo ves claro y a veces te duele. Cuando la compuse luego la dejé reservadita para el tercer disco, pero al aparecer el tema del festival fue mi manager el que me dijo “Carmen, yo creo que “Quiero y Duelo” puede ser una canción bonita para presentarla a un festival como ese”. Y aquí estamos.

Siempre digo que el folklore es un bichito que te pica y que nunca se va, que sale por donde puede. ¿Cómo empieza Karmento a cantar?

Pues llevo cantando toda la vida. Yo me acuerdo mucho de mi pueblo; soy manchega serrana, de un pueblo encerradito al que vas a propósito. Yo me he criado salvaje entre el río, el bosque y las fiestas del pueblo y sus rituales, con mi peña. Era un espacio de estar con tus amigas, de contarte tus aventuras, lleno de primeras veces; de crecer. Y en ese espacio es donde he cantado siempre, echándonos coplas en las sobremesas desde que me di cuenta de que cantaba. Siempre he cantado; lo que pasa es que hasta que no crecí no empecé a componer, que fue muchísimo más tarde.

Ahora enarbolas un sonido muy cercano a la raíz, pero has publicado canciones con una estética no tan tradicional, tanto tu primer disco como tus colaboraciones con Vicente Navarro e Idoipe. ¿Hay algún estilo que te gustaría tocar especialmente?

La verdad es que soy muy ecléctica, me gusta mucho dejarme influir por cosas distintas y ver qué sale de esa fusión. Con ellos han salido cosas que hablaban de los dos. La canción con Idoipe sí fue una propuesta mía en la que aparecemos los dos, para que se entendiese bien lo que hacemos. La que hice con Vicente Navarro sí es una colaboración completamente equilibrada; estuvimos trabajando a lo largo de un año para crear este tema tan bonito y tan íntimo como es “La juventud”.

Yo soy muy de familia y siempre creo que en El Tragaluz, que es el sello con el que trabajo, que sabes que es una casa pequeña y una familia de gente luchando por la música… A mí me encantaría trabajar con mis compañeros de sello. Espero poder hacer alguna composición con Dani Toboso, con Vermú, en algún momento.

En cuanto a estilos musicales… Si encuentro personas o artistas con algo que contar y con los que me pueda entender, estoy abierta a cualquier tipo de género. Explorar es uno de los caminos para crecer y aprender como artista.

¿Eres seguidora habitual de Eurovisión?

He tenido fases. No he sido una eurofan al uso, pero sí que lo he visto algunos años. Hay cosas chulas.

Es que una cosa que me llama la atención es que muchos países incorporan elementos de su música tradicional, sin ir más lejos el ganador de la edición del año pasado. No me parece tanto el caso de España, ¿por qué crees que puede ocurrir esto?

No soy tan conocedora de la historia del festival como para atreverme a hablar de esto, la verdad. Creo que en España hemos tenido un problema que se ve en las regiones más pequeñas a pequeña escala, y es de distanciamiento de nuestras costumbres. La música española ha podido tener asociada cierta carga, y se ha producido una brecha en la que pasamos de la canción española que escuchaban nuestros padres a un sonido global que venía de fuera, que triunfaba.

Creo que está habiendo un despertar hacia la vuelta a casa, están apareciendo muchos proyectos con sonidos de España modernizados. Cuando una artista de la altura de Rozalén empieza a trabajar en el folklore y a recoger esos sonidos es el momento de ver que algo está pasando. Están surgiendo muchos productos de raíz y espero que la gente lo entienda y que vea algo hermoso en ese tipo de propuestas. A ver qué pasa este año. Yo desde luego lo voy a dar todo; estoy contenta y espero que la gente entienda lo que propongo. Y a ver qué ocurre.

Ya por último: ¿qué podemos esperar en el escenario del Benidorm Fest?

Quien haya seguido mi trayectoria y vea el planteamiento que yo tengo en directo… Creo que va a ser algo bastante coherente con cómo entiendo el escenario. Vamos a ver un poco de intimidad, vamos a ver elementos que nos acerquen a mi tierra y a mi espacio, y una escenografía al servicio de la canción y de la artista. Hemos intentado hacer que me pueda apropiar de un espacio como el de Benidorm, que es televisivo (y que para mí es incluso un pelín hostil por cómo entiendo yo el escenario y la conexión con el público), en el que yo me encuentre cómoda y como en casa, y desde ahí poder contar la historia, que es lo que me interesa.

Espero que os guste, estoy contenta e ilusionada, la verdad.